LOS HOMBRES DE MUSGO Y LA PROCESIÓN DEL CORPUS CHRISTI DE BÉJAR

Desde el siglo XIV se está celebrando en Béjar la famosa tradición de "Los Hombres de Musgo" la cual se ha convertido en Fiesta de interés turístico regional en Castilla y León el 18 de Junio de 1998, de interés nacional el 19 de Mayo del 2010 y recientemente en el año 2019 de interés turístico internacional.

Procesión del Corpus Christi y Hombres de Musgo

Su origen data de época musulmana, cuando en 1031 se formaron los reinos de taifas en la península y Béjar formaba parte del de Badajoz. Los cristianos descendían desde el norte acercándose a la ciudad. En el siglo XII, bajo el reinado de Alfonso VII de Castilla, Béjar será reconquistada tras cinco siglos bajo dominio árabe.
En la noche anterior al 17 de Junio, festividad de Santa Marina, las tropas cristianas cubrieron sus ropas con musgo, se acercaron a las murallas de la ciudad y esperaron hasta el amanecer. Los centinelas musulmanes abrieron una puerta de la muralla, aprovechándolo los cristianos, quienes entraron y la conquistaron. Más adelante se construiría en las cercanías la ermita de Santa Marina y la puerta recibiría el nombre de "la traición".

La tradición se celebra desde hace siete siglos junto a la procesión del Corpus Christi, instituida por el Papa Urbano IV en 1263.

Diego López de Zúñiga fundador de la Casa de Béjar hacía voto de ser patrono de las fiestas del Corpus si Dios concedía la victoria a los cristianos. En 1413, encontrándose en Tortosa el Papa Benedicto XIII, Diego López de Zúñiga en calidad de embajador del monarca castellano Juan II, visita al Pontífice y le pide que le conceda a él y a sus descendientes el patronazgo de las fiestas del Corpus en Béjar. Fue concedido y desde esa fecha estuvieron obligados a acudir a la procesión del Jueves de Corpus en Béjar todos los curas y sacristanes de los pueblos de la jurisdicción con los pendones de sus respectivas iglesias. Con la abolición de los señoríos por las Cortes de Cádiz en 1812 se extingue el privilegio concedido por Benedicto XIII a la Casa ducal de Béjar.

En origen todos los gremios, oficios y autoridades participaban en la procesión. Tras ellos, rodeados de numeroso clero, iba la custodia con el Santísimo Sacramento bajo palio. Después, presidiendo las autoridades y como escolta todos los hombres útiles de la jurisdicción, armados, al mando del alférez mayor de las milicias de Villa y Tierra, acompañado de seis alabarderos bejaranos. El tesorero del Duque abonaba ocho reales a los curas de los pueblos que hubieran asistido con capa y dos a los sacristanes.

Escultura en homenaje a los Hombres de Musgo

Lo peculiar y único que caracteriza a esta procesión es el acompañamiento por la figura de los hombres vestidos con trajes de musgo. El procedimiento de vestirlos comienza con la recogida del musgo. Se trata de un proceso laborioso: primero se aprovisionan del musgo que crece en la zona de la Sierra de Béjar. Tendrá que soltar la humedad y se extenderá durante varios días en el patio del Convento de San Francisco. No se debe secar demasiado por lo que habrá que regarlo periódicamente. Hombres y mujeres participan desde hace años en esta tradición. Primero se les cubren los pies y piernas ayudándose de unas cuerdas. Se continúa hacia arriba para tapar el resto del cuerpo. El material empleado para cada uno de "los hombres de musgo" es de cinco metros cuadrados de musgo y más de treinta metros de cuerda de guita o bramante. En total cuarenta metros cuadrados de musgo y doscientos cincuenta metros de cuerda. Una vez cubierto el cuerpo sólo falta cubrir la cabeza y armar a los hombres de musgo con la tradicional "porra" o garrote, también cubierto de musgo.

Una vez vestidos salen del claustro del que fuera el Convento de San Francisco, bajan por las calles Ronda de Navarra y Víctor Gorzo hasta la Plaza Mayor, donde les esperará la Corporación municipal. Se dirigirán a la Plaza de San Juan Bosco al encuentro de la procesión, incorporándose a la misma. Se rinden las banderas ante el Santísimo en las escaleras de la Iglesia del Salvador.

Con la llegada de la República al Ayuntamiento el 22 de abril de 1931 se acuerda no asistir corporativa ni oficialmente a ningún acto religioso, al querer mantenerse neutral. A pesar de ello, la procesión del Corpus se celebra con la solemnidad debida con presencia de la Banda municipal y ausencia del Ayuntamiento, la bandera de la ciudad y los "hombres de musgo" que no volverán a asistir a la procesión hasta el año 1937.

En los últimos años la procesión y tradición se celebran el siguiente domingo tras el jueves de Corpus, en el mes de junio, acompañando los niños y niñas que han celebrado en el año la comunión. A esta fiesta tradicional popular se une el engalanamiento de balcones y decoración de calles con pétalos de flores, así como la organización de festivales culturales, exposiciones, teatro …

Mabel Esteban González
Técnico de turismo Excmo. Ayuntamiento de Béjar